En programación se usan entornos de trabajo complejos en los que se deben tener en cuenta muchos factores.
Una de las técnicas (si no la más importante) de resolución de problemas en programación consiste en dividir el problema principal en varios subproblemas más pequeños. Este sistema puede tener el inconveniente de que cuando nos centramos en cualquiera de los subproblemas perdamos la visión de conjunto.
Esto conduce a que a veces nos podemos quedar atascados en un punto en el que no encontramos solución. Y aquí es cuando entra en acción la técnica del pato de goma.
Esta técnica consiste en explicar a un objeto inanimado (como un pato de goma) nuestro problema o en qué punto nos hemos quedado atascados.
Su funcionamiento se basa en que al explicarlo a otra persona (en este caso un objeto) estamos viendo nuestro problema desde un punto de vista distinto. Cosas que nos parecían evidentes pueden dejar de serlo, y pueden saltar a la vista cosas que no habíamos visto anteriormente.
Su principal ventaja desde el punto de vista de la productividad es que no necesitamos involucrar a otra persona en el proceso.
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